Llega el verano y no sabemos como enfocar las tareas escolares con nuestros peques. Demasiada tarea no es conveniente pero tampoco podemos descuidar lo que han aprendido durante todo el curso. Aquí os indico algunas pautas que os pueden ayudar para organizaros  recomendadas por dos reputadas especialistas como Leslie Zackman, M.A. del Departamento de Educación de Nueva York y Amy Bobrow, Ph.D. del NYU Child Study Center.

Averigua si la escuela de tu hijo tiene un programa de trabajo para el verano. Si es así, utilízalo para orientar y estructurar parte del tiempo de tu hijo durante julio y agosto. En muchas escuelas, los maestros se reúnen y planifican actividades amenas de verano que estimulan a los estudiantes a prepararse para el siguiente grado. Estos trabajos luego se utilizan en septiembre para comenzar la labor del nuevo año escolar desde el primer día de clase.

Ayuda a su hijo a organizarse para que no termine el trabajo deprisa los últimos días de vacaciones, pues se perdería de vista el verdadero propósito de las tareas asignadas durante el verano.

Intercambia información de contacto para estar comunicado con los compañeros de escuela. Los padres de niños pequeños son los encargados de promoverlo. Los más grandes deben recibir estímulo para encontrar la forma de mantenerse en contacto por teléfono, correo electrónico o carta, o visitando a sus compañeros.

Infórmate sobre los programas estivales de lectura poniéndote en contacto con la biblioteca.. A veces, estos programas incluyen recompensas, como libros gratuitos, a cambio de completar un registro que dé cuenta de tu hijo ha leído determinada cantidad de libros. Es una excelente manera de que los niños lean obras de sus autores favoritos o prueben material nuevo de lectura.

La experiencia de acampar por uno o más días da la oportunidad de ganar independencia, hacer nuevos amigos y dedicarse a lo que a uno le gusta. Si tu hijo se va de campamento por algunos días, asegurate de que empaque su material de lectura favorito y elementos para escribir con las direcciones correspondientes.

Pídele a su hijo que haga un resumen(o escrito si lo desea) sobre lo sucedido para la charla a la hora de la cena. Elije un artículo de diario o una noticia de la televisión, la radio o Internet. A veces, los más grandes prefieren cubrir un determinado tema durante algunos días. Es probable que los niños más pequeños compartan las novedades sobre el programa escolar del verano o el campamento. También pueden elaborar un resumen de algún cuento corto.

Pídele a tu hijo que prepare una de las tantas listas, notas o tarjetas necesarias en cualquier familia organizada. ¿Por qué no hacer la lista de ingredientes para una comida familiar especial o para ir al supermercado, o redactar las notas para acordarse de ir a la lavandería o enviar una tarjeta de cumpleaños a la abuela.?

Las compras en el supermercado y demás quehaceres familiares no cesan durante el verano. Tu hijo podría involucrarse más o hacerse cargo de estas tareas. Según la edad del niño, tu hijo puede ayudar a buscar los productos en el supermercado, a preparar la lista de lo que hay que comprar o hacer, a hacer el cálculo mental aproximado de cuánto le queda para gastar y cuánto recibirá de vueltas.

Dale participación al planear una salida familiar o las vacaciones. Si va al cine, permíelele que calcule o lo ayude a calcular cuánto gastará en las entradas y refrigerios; que consulte la cartelera o llame para averiguar el horario de la película; que decida con cuánto tiempo de anticipación debe salir para llegar en horario; etc. Las vacaciones familiares podrían requerir su ayuda para decidir a dónde ir, dónde pernoctar, cómo llegar y obtener información. Los viajes de un día o las vacaciones largas son además una excelente oportunidad para iniciar o ampliar una colección, organizar su exposición y averiguar qué se puede coleccionar obteniendo información a través de libros, Internet y de expertos.

Puede llevarse un registro de las vacaciones fuera de casa, sean cortas o largas, juntando recuerdos o folletos, sacando fotos y escribiendo tarjetas postales. Vale la pena ocuparse de escribir las leyendas al pie de las fotos, organizar una muestra de diapositivas o un álbum de recortes de la familia.

Cerciórate de que haya material de lectura y fichas de matemáticas en  casa durante el verano. Además de libros, ofrécele revistas y diarios interesantes, adecuados para su edad, y permítele acceder a Internet siempre bajo  tu supervisión.

Mejorar en las materias clave: lengua y matemáticas

El centro de Matemática interactiva nos recomienda que también podemos aprovechar ese tiempo, especialmente en los primeros cursos de educación primaria para reforzar las materias esenciales, pilares de cualquier futuro aprendizaje: lenguaje y matemáticas y que nuestros hijos puedan comenzar el nuevo curso con confianza y estar entre los mejores de su clase.
Es importante dedicar casi todos los días (las excepciones son buenas, pero deben ser eso, excepciones) un breve período de tiempo a trabajar la lectura, la escritura y las matemáticas.
  • El tiempo irá desde los 30′ en los más pequeños hasta los 60′-80′ en los alumnos de Educación Secundaria.
  • Para los más pequeños se dedicarán unos 10′ a la lectura, unos 10′ a la escritura y unos 10′ al trabajo de matemáticas. No hace falta más, recordemos que estamos en vacaciones.
  • Ese tiempo se irá ampliando a medida que crecen y orientando la escritura desde los copiados y los dictados hacia una escritura cada vez más creativa.
  • El trabajo de matemáticas debe estar muy bien secuenciado y planificado, lo que permitirá al alumno reforzar e incluso superar los niveles de cada curso académico.
  • La lectura pasará de la lectura en voz alta con incidencia en la buena pronunciación hacia la lectura comprensiva en voz baja y alternando con los mayores con la lectura recreativa.
  • Aprendiendo Inglés: Aprovecha esta época para entrenar el oído de los peques poniéndoles series de dibujos en inglés todos los dias unos 10 o 15 minutos, es verdaderamente efectivo.

Conclusiones

  • Las vacaciones de verano suponen una magnífica oportunidad para que nuestros hijos refuercen sus aprendizajes y hábitos de estudio y trabajo.
  • Podemos aprovechar las actividades veraniegas para ello aplicando la serie de estrategias sencillas que hemos visto más arriba.
  • Podemos enseñar matemáticas con las actividades tan sencillas como la lista de la compra.
  • Es importante trabajar en lenguaje y matemáticas tanto para afianzar lo aprendido como incluso para avanzar .

Psicólogo Murcia.

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